Este mes las máximas autoridades judiciales de Brasil han tomado la decisión de aprobar la venta y consumo de medicamentos a base de cannabis en el territorio nacional.
La medida, que entrará en vigencia 90 días después de su publicación en los medios oficiales, tendrá una vigencia de 3 años antes de ser revisada nuevamente. Con esta decisión, Brasil se suma al selecto grupo de países que han decidido abrirle las puertas a la industria farmacéutica cannábica.
Sin embargo, hay que advertir que el cultivo, consumo y distribución de cannabis seguirá fuertemente sancionado en el país sudamericano. De hecho, la nueva legislación advierte que las empresas no podrán tener cultivos medicinales en el territorio y la materia prima para la elaboración de la medicación tendrá que ser importada de manera semielaborada, por lo que no podrán traer cannabis o plantas de cannabis al país.
Por lo demás, se estima que al menos cuatro millones de pacientes podrían verse beneficiados con la medida. No obstante, la venta de los medicamentos a base de cannabis solo será posible en farmacias previamente autorizadas a pacientes con recetas médicas.
Pese a estas restricciones, todo parece indicar que las autoridades brasileras se encuentran abiertas a la oportunidad de garantizar el acceso a este tipo de medicamentos para los pacientes que así lo requieran.
Control en los puntos de entrada de la medicina
Para garantizar que el cumplimiento de las medidas sanitarias impuestas, las autoridades han decidido limitar el acceso de la mercancía a determinados puntos de importación. Lo que facilitará a las autoridades la revisión del producto, así como de toda la documentación necesaria.
Hay que recordar que, en Brasil, la siembra y explotación de cannabis está completamente prohibida, salvo reducidas excepciones aprobadas por la justicia con fines científicos.
En este sentido, hasta los momentos, existe una sola empresa con permiso legal para ofrecer este tipo de productos a los ciudadanos brasileros. La compañía, de nombre HempsMeds, opera desde hace al menos cuatro años ofreciendo productos a base de Cannabidiol o CBD, un componente no psicoactivo de la planta del cannabis.
Los máximos representantes de HempsMeds han celebrado la decisión de la justifica brasilera. Lo que les permitirá sin dudas ampliar su oferta de productos en el país sudamericano.
¿Medicamentos con THC?
El tetrahydrocannabinol, mejor conocido como THC, es el cannabinoide causante de los efectos psicoactivos del cannabis. Hasta los momentos, diversos estudios científicos de carácter alternativo, han mostrado resultados parciales positivos en la utilización de este componente, en especial cuando se utiliza combinación con el CBD en el tratamiento de diversas enfermedades degenerativas graves.
En el caso del Brasil, la nueva legislación no especifica si los nuevos productos farmacéuticos a base de cannabis, tendrá permitido tener dosis de THC en su fórmula o si, por el contrario, la nueva apertura legal estará habilitada solo para productos realizados a base de CBD u otros cannabinoides.
Lo que sí ha quedado claro es que la presentación de estos medicamentos, tendrá que estar disponible al público exclusivamente a través de formatos comestibles, ya sea en capsulas blandas o a través de aceites digeribles.
Brasil: una ventana hacía el futuro
La legalización de los medicamentos a base de cannabis son solo el primer paso de un amplio proceso de legalización que debería estar seguido, previa evaluación, de la regulación del uso de cannabis medicinal, así como de la siembra y posición de cannabis con fines recreativos.
De esta manera, el Estado podría verse beneficiado con impuestos a la actividad. Además, existiría un control sanitario mayor y se pondría fin al negocio del tráfico y microtráficos de sustancias ilícitas que tanto daño hacen al tejido social de la comunidad.
Hasta los momentos, las autoridades brasileras han sido reacias a tal posibilidad. Sin embargo, no cabe duda que la legalización de medicamentos a base de cannabis, así como la reducción de las penas por posesión con fines personales realizadas previamente, abren las puertas a imaginarnos a Brasil sumándose junto a Uruguay y Canadá, a los países más abiertos al consumo responsable de esta sustancia con fines médicos y recreativos.
No obstante, pese a esta medida progresiva del derecho, no podemos olvidar que las autoridades políticas de Brasil han manifestado un discurso claramente conservador en el tema. Por tanto, hay que hacer un seguimiento a la legislación del país latinoamericano en los próximos años a ver si logra seguir avanzando en la despenalización del cannabis con fines medicinales.